El mar y sus secretos no dejarán nunca de sorprendernos. Pero más increíble aún es la posibilidad de llegar a domesticar a algunos animales. Nos costó trabajo que el atún Agustín y la tortuga Amelia se quedaran quietos cinco segundos para poder sacarles una foto, pero aquí la tenéis. Que monos, ¿verdad?
La tortuga Amelia incluso accedió a salir un momento de su pecera para que pudierais ver lo guapa que estaba encima de nuestro logotipo.
pero qué elogios!!! no tengo palabras para definir a estas cosas, quiero decir pececillos, oye ello
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