Camina que caminarás el otro día hice un agradable descubrimiento. Estaba de excursión por la Serra de Tramuntana, contemplando el paisaje y disfrutando de la compañía de mis amigos, cuando en una de nuestras típicas marjades mallorquinas observé el nacimiento de dos curiosas piruletas silvestres.
"Vaya", me dije, "debe tratarse de una especie autóctona de la flora balear aún por descubrir". Rápidamente saqué mi cámara de fotos y tomé algunas instantáneas de tan asombroso descubrimiento.
Nada más llegar a casa llamé a un amigo botánico para enseñarle las fotografías. Entusiasmado me aseguró que se trataban de los últimos ejemplares de una especie que se creía extinguida, la balearicus tramuntanus piruleticus. Me dijo que las piruleticus eran muy preciadas por sus conocidas propiedades, entre las que destacan el aumento inusitado de la alegría y el optimismo y el fortalecimiento de la amistad entre los seres queridos.
Se trata de una auténtica medicina que no se vende en farmacia legal, y creo que por un módico precio de cuatro euros más los posibles gastos de envío te llevas a casa la mejor terapia para poner una sonrisa a tu alrededor.
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